martes, 24 de enero de 2017

Media Maratón Santa Pola 2017 (22/02/2017) 21 km 97 metros

Distancia: 21.097 metros
Tiempo: 1 hora 55 min 50 seg.
(En 2016: 2 horas 1 min 17 seg)
Esta crónica para mí será especial porque realmente ha sido muy distinta realmente a las demás pruebas deportivas. Siempre que tengo una prueba deportiva los nervios pueden conmigo durante la semana antes de llegar el día, pero si he realizado alguna ya similar anteriormente suelo estar más relajado hasta el día de antes donde los nervios me comen, porque busco algo mas que finalizarla.

A las 6.45 am me levanto. La noche había sido mala, no había podido descansar prácticamente nada, los valores de la glucosa habían sido buenos, en el margen de 70-100, lo pude ver gracias al medidor continuo de glucosa Dexcom G4, es muy importante poder observar el comportamiento de la glucosa las horas previas a una prueba deportiva, pero cuando hay nervios en el cuerpo pues la cabeza no esta tranquila, me extraña que la glucosa no hubiera estado algo descentrada al igual que yo. Cuando suena el despertador voy muy cansado y ya el corazón me da un vuelco por el día que me espera, lo primero que hago es mirar las notificaciones del móvil, sería la primera media maratón a la que me enfrentaría solo y necesitaba algo. Sin estar centrado me pongo la insulina, desayuno y unos minutos después de las 7:30 subo al coche dirección Santa Pola, una hora 15 minutos en el coche me esperan para llegar al destino donde se realiza la prueba deportiva.

Sobre las 8.15 am me suena la alarma de 140 del Dexcom G4 (medidor continuo de glucosa) otra vez tengo que dar las gracias por este aviso del medidor, me extraña mucho que me avise su alarma, estaciono en una gasolinera, miro la curva de glucemia en el Dexcom G4 y veo que sube con una rápidez vertiginosa, mi cabeza empieza a pensar, los que llevamos esta mochila nuestro cerebro es un ordenador en continuo proceso de trabajo las 24 h del día los 365 días. Repaso mentalmente lo que he desayunado, estaba bien... miro en el historial de la microinfusora Animas Vibe el bolo de insulina puesto para desayunar y SORPRESA!!!! un gran fallo los nervios jugaron una mala pasada en el desayuno y me confundí poniéndome 2 unidades menos de insulina, al momento indico a la microinfusora de insulina Animas Vibe de inyectarme esas dos ud, pero ya no estaba tranquilo porque el pico antes de la carrera estaba asegurado, y ya pensando en el después de la carrera.


Realidad de mi glucosa un día con una prueba deportiva, no todo es color de rosas.
Al llegar a Santa Pola sobre las 8:45 la policía no permite acceder a los vehículos y nos desvía a un parking externo, una distancia considerable hasta la salida de la carrera. Camino a la línea de salida suena el móvil y recibo una llamada de mi prima Ana para ver como me encontraba, cual es mi sorpresa cuando me pregunta donde estoy y me dice que esta en Santa Pola, ella para mí es muy importante, es más que una gran amiga.

A las 9:30 reduzco la basal de la microinfusora Animas un 80 % y observo en el Dexcom G4, el medidor continuo de glucosa, que poco a poco empieza a bajar la glucemia. Mientras la espero miro rápidamente más de 400 fotografías de compañeros que comparten conmigo una mochila que siempre llevamos y no podemos deshacernos de ella, voy pasando fotos y viendo tantas caras, tantos recuerdos de algo peculiar de cada uno, para mí es muy importante porque me da vida para luchar en la prueba acordarme de todos ellos.

Nos tomamos un café antes de empezar, me mira y me dice "Jorge te veo una mirada diferente" y le contesto que los nervios están dentro de mí, estamos más de una hora en la cafetería hablando, calmando los nervios, tengo una leve molestia en el femoral pero cuando corro se me quita siempre.

10:15 am llega la hora de empezar a prepararse, había conseguido dejar la glucosa en un nivel 160/200 estable pero tenía insulina activa que podía ser que se mantuviera o descendiera. Los nervios ya están que me comen, necesito un abrazo que me anime, que me ayude, que me recuerde que tengo que luchar.

Al salir del restaurante, tal y como indicaban las previsiones meteorológicas había empezado a levantarse viento, viento que rodeaba mi cuerpo abrazándome, era un sensación extraña, el frío me hacía llegar a hacer temblar mientras me cambiaba, tenía claro que debía correr con camiseta térmica aunque sabía que me sobraría al rato de haber empezado pero imposible quitármela.

Era el momento de ver la cifra de glucosa en el medidor continuo de glucosa, era muy importante observar la tendencia para saber que hacer, seguía estable en 165 mg, decido que unos minutos antes de empezar tomaría una barrita energética de 1,4 raciones hc para que me subiera la glucosa a la media hora/45 minutos tras haber empezado, nuestra cabeza no para de pensar, un PC que nunca se apaga.

El abrocharme bien las cordoneras un momento muy importante.
 Decido llevar en el cinturón 3 geles de 15 mg de glucosa pura y otro con 25 mg, 12 grs HC de acción rápida y 13 grs de HC lentos.
Los nervios ya están a flor de piel, la pequeña molestia del femoral continúa ahí, se que desaparecerá cuando empiece a correr, el frio me hace temblar.
Empiezo a pensar si al final decido la gestionar la carrera como a mi me gustaría, era seguir al globo de 1 h 45 min, esto sería llevar un ritmo en carrera de 5 minutos el kilómetro durante los 21 km, sabía que era demasiado para mí pero tenía la ilusión de intentarlo.
Me tomo la barrita y me dirijo ya a línea de salida ...


 Intento avanzar al máximo para ponerme junto al globo que marcaba el tiempo de 1 h 45 min cuando llegara a meta pero es imposible, se comentaba que habría de 9.000 a 10.000 participantes, el ambiente hacía ya que la adrenalina estuviera a mil, había programado las alarmas del dexcom G4, el medidor continuo de glucosa, en 100 la alerta de baja y en 220 la alerta de alta, lo miré varias veces antes de salir, y hubo un momento que pensé ya esta bien de estar nervioso por la glucosa, ya me avisará Dexcom si sube o baja.

 Dan la salida a las 10:30, imposible marcar el ritmo al principio por la cantidad de corredores que hay, un ambiente impresionante, mucha animación, muchos nervios.

Empezamos a trotar hasta llegar a la salida, hay tal cantidad de corredores que es imposible marcar un ritmo.

A los 500 metros de haber empezado aproximadamente ya puedo empezar a marcar mi ritmo. Soy consciente de que va a ser muy duro lo que pretendo hacer pero tenía que probarme, confiaba en la glucosa pero no en mis sensaciones al llevar ese ritmo de velocidad tal alto para mí y mantenido tanto tiempo ya que nunca lo había hecho.

Estoy muy pendiente de las pulsaciones por minuto no quiero que lleguen a 180 tan pronto, consigo mantenerlas en 175/176 hasta el kilómetro 5 donde me suben a 177/178 y me reservo, no quería en una carrera tan larga estar en 180 ppm mucho tiempo.



Los 5 primeros kilómetros los hago demasiado cómodo, voy contento por ahora. A partir de ese kilómetro empiezo a pasar calor, me remango y continúo.



Llego al kilómetro 10, noto síntomas de cansancio pero no excesivos, sigo contento marcando el ritmo prefijado, me gustaría ver en el reloj que el tiempo de carrera fuera de 1 h 45 min al llegar a meta, no había pensado tampoco que sería más complicado verlo porque el tiempo perdido en la salida hasta poder ir al ritmo marcado fue mucho, estaba seguro que al final sería también muy complicado mantenerlo.



En el kilómetro 12/13, no recuerdo empiezo a notar el viento y voy buscando liebres que fueran a mi ritmo pero es difícil encontrarlas, además el viento soplaba lateralmente y era complicado, voy saltando de una a otra.

Kilómetro 14 ya los síntomas de cansancio son claros queda mucha carrera, y decido bajar el ritmo a 5 min 15 segundos, las pulsaciones seguían igual 177/178 ellas me marcaban los tiempos.

Llego al kilómetro 15 y me percato de que era el mejor tiempo hecho hasta ahora en esa distancia 1 h 17 min 10 segundos (estaba contento por ello), pero no son buenas las sensaciones y decido bajar el ritmo aunque las pulsaciones no habían aumentado. Había pasado ya mucho tiempo y me había olvidado totalmente la glucosa, miro el Dexcom G4, el medidor continuo de glucosa, y observo que la barrita energética me había provocado un pico de 200 mg pero acababa de empezar a descender, quedan todavía 7 kilómetros, mucha distancia para mí.


En el kilómetro 16,50 no son buenas sensaciones y decido frenar, andar y pensar, a los 15 segundos de haber empezado a andar, noto como si una mano viniera hacía mí y me animara a continuar, empiezo de nuevo a trotar con claros síntomas de cansancio.


Esta fotografía fue tomada a los pocos metros del primer parón, esta vez no era la glucosa la que me hace pasarlo mal, no había excusa en decir llevo una mochila que los demás no llevan y por eso me cuesta más, porque no sería cierto, había realizado una mala gestión de la carrera y lo estaba pagando. Los cuádriceps ya abultados llevaban una buena carga de kilómetros, se resentían las piernas por el ritmo llevado.

Troto un kilómetro, sobre el kilómetro 17,50 me veo obligado a parar de nuevo y andar un poco, aprovecho para mirar la glucosa y decido tomarme un gel de 15 mg, Dexcom G4 el medidor continuo no me había avisado al no llegar al límite bajo puesto, pero observe la tendencia que me marcaba, y era una caída muy rápida. Tenía que pensar que hacer si continuar o no, era dura la decisión, pero otra vez sentí que alguien se me acercaba, me tendía su mano, me ayudaba y empece a trotar de nuevo, pero las fuerzas ya escaseaban.

En el kilómetro 18,30 me veo obligado a otro parón de unos segundos, las pulsaciones no eran altas, eran más bajas incluso, pero las fuerzas ya escaseaban, solo deseaba llegar a meta, me preocupaba el haber tenido que parar antes del kilómetro, tenía tantas dudas, mi mente bloqueada, estaba tan lejos y tan cerca pero había una gran ilusión al mismo tiempo por llegar a meta. Mi corazón ya esta lejos de mi mente, me planteo realmente el dejarlo, no he realizado una buena gestión de la prueba y los errores se pagan y se aprende de ellos, decido continuar a un ritmo lento tenía que llegar a meta porque necesitaba pensar en esa bonita ilusión que ronda mi mente.

La carga muscular es fuerte ya, continúo trotando. Esta última foto esta tomada tras empezar a trotar de nuevo, las fuerzas ya no existen prácticamente y me veo obligado a otra parada de unos segundos, en esos momentos se acerca alguien detrás mía y me dice "venga campeón tu puedes ya no queda nada", yo pienso mucho en esas palabras, me recuerdan palabras y veo como me pasa lentamente porque también llevaba claros síntomas de cansancio, eso me hace arrancar, de nuevo. Los ritmos eran más lentos cada vez que arrancaba de nuevo, aproximadamente a 5 min 45 segundos el kilómetro.

En el kilómetro 19.50 vuelvo a parar no quería poner la máquina a toda su potencia, entro en la zona donde ya corremos paralelamente al mar, miro el horizonte en el mar y eso me anima a continuar, son ilusiones muy bonitas las que me esperan. Empiezo a un trote muy lento de 6 min el kilómetro, aparece una gran aglomeración de público, me fijo en las caras de todas las personas que animaban para continuar, veo caras que no son, sus expresiones realmente eran gritos de triunfo porque estábamos casi en meta, había gritos de todo tipo para animar, la piel se me puso de gallina y continué ya tranquilamente, sabía que podía llegar sin dejarme la piel. Eran casi dos kilómetros lo que me quedaba para finalizar, pero tenía que luchar porque había una gran ilusión esperándome en meta para abrazarme y pensar en la que sería la siguiente prueba.

Al divisar al fondo la meta pienso ha llegado el momento de abrir la bandera que me acompaña a todas las pruebas, en ella están representados un gran grupo de personas que me han ayudado y me animan día a día con la diabetes y les estaré enormemente agradecido siempre, los ojos otra vez se me vuelven a cargar, he llegado...



 Gracias Ana por haber estado ahí porque sabías que realmente no estaba bien.

No puedo decir que me siento contento realmente, porque he aprendido de muchos fallos cometidos en la carrera, no me vale decir, es que soy diabético y me ha costado más, porque esta vez no ha sido así, no he realizado bien los ritmos de la carrera y he pagado las consecuencias, la diabetes esta vez simplemente ha sido mi compañera.

Es cierto he disminuído el tiempo referente a la temporada pasada habiendo entrenado menos por el tiempo dedicado a la bicicleta y entrenos de corta distancia.

Pero ante todo, los fallos están para aprender de ellos, para reconocerlos y aceptarlos. En esta vida entre otros aspectos hay que tener humildad, sencillez, sentimientos, sinceridad y humanidad.

En la gráfica del Dexcom G4 podemos observar las consecuencias que pagué por no haber actuado bien sobre la glucosa, tanto la subida de después por la fuerte ingesta de Carbohidratos tomados y luego por la tarde las continuas bajadas.

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